sábado, 18 de febrero de 2012

Ha sido tan extraño...



Cierro los ojos y me sumerjo en el agua, escucho a lo lejos una canción. Me reincorporo y me siento, mi piel está brillante por la luz de las velas, casi que me recuerda a mi color de piel en verano, la habitación huele a rosas, juego un poco con el agua. Mi cuerpo arde, puedo ver perfectamente en la oscuridad el humo subir hasta el techo, la canción cambia, exactamente a ESA. Noto unas manos en mis hombros que bajan hasta mi espalda, y una presencia detrás de mí. De un salto me doy la vuelta y veo que no hay nadie, que solo ha sido mi cabeza la que se ha imaginado a alguien detrás, pi pi, ahí respondes tú a todo.
Por un momento me he sentido llena por dentro, me he visto en la situación que poco antes había imaginado mientras leía, aquellas personas especiales que lo compartían todo y dieron un gran paso. Todo eso en cuestión de segundos se fue, y me dejo sin nada, vacía y con ganas de todo. Me tumbé y volví a sumergirme, dejando a la canción de lado que decía que todo estaba bien, porque así era, ya no había de que preocuparse, todo iba por su camino, han sido unos días intensos pero vuelvo a sentirme como antes. Y tal vez vuelva a sentirte cerca muchas más veces, y debo prepararme, porque la costumbre se fue y los choques son demasiado intensos.
Pero no quiero que me enseñen un caramelo, me lo acerquen y cuando vaya a poner la mano para alcanzarlo, lo escondan, no puedo soportar esa decepción.

No hay comentarios: