preguntas,
a este mundo que ya no regala bellos amaneceres,
a este corazón que ya nada siente,
que ya nada entiende;
a esta sonrisa que ya no se deja lucir,
a esta búsqueda de besos que no son los tuyos,
a cada recuerdo que va acabando conmigo,
a esta falta de lo que se tiene.
No hay respuestas acertadas,
ni si quiera preguntas entre suspiros,
por miedo a respirar,
a que diga que sí,
a que diga que no,
a que quieras volver a ser,
o acabar estampado y roto en pedazos.
No hay planeada una respuesta para tu no huida,
aunque tus manos digan mucho
y mi corazón quiera entender tan poco,
y no pueda vivir con tu desdicha,
ni pueda latir con tu fortuna.
Y si no puedes entender estas palabras,
cómo ibas a entender todo lo que me está ocurriendo.