domingo, 13 de octubre de 2013

Vuelve a sentir, vuelve a vivir.



Está seca. 
Ya no hay lágrimas que pueda soltar en aquella oscura solitaria y fría habitación. 
No puede darle más vuelta a las cosas, porque quiera o no, las cosas son así y por mucho que lo piense nada va a cambiar. 
Ojalá fuera tan fácil.

Pasan los días y todo sigue igual. Cabizbaja, en su mundo, pensado que todo irá bien tarde o temprano. Engañándose a si misma para no romper a llorar en el momento menos adecuado. Esquivando las preguntas y dando respuestas que todos saben que están muy lejos de la realidad.
No hay ayuda posible, no hay nada que hacer. Todo está perdido.
Está sola, aguantando el dolor, ocultándolo. Algún día estallará, pero eso rompería todos sus esquemas. Rompería todo lo pactado. Y aún así, todo seguiría igual.

No quiere mas consejos, no puede seguirlos. ¿Y qué si está sufriendo? A pocos le importa realmente. Y no quiere que la miren así, no quiere presenciar esos silencios en los que nadie sabe que decir. Simplemente está cansada. Sabe que sólo una cosa es capaz de conseguir que todo desaparezca, que un rayo de luz ilumine su oscuro interior; pero que a su vez es la razón de que todo esté oscuro. ¿Cómo puede algo dañarte y curarte a la vez?

Ahora solo quiere estar sola, cerrar los ojos y que todo desaparezca de una vez por todas.
Desaparece, profundo dolor del alma. Vuelve a sentir, vuelve a vivir.