lunes, 29 de octubre de 2012

No merece más oportunidades.


¡Pero que ingenua por Dios!
Sin darme cuenta he vuelto a confiar como una estúpida, aun creyendo que esta vez sería distinto, que merecía la pena, pero no cariño, es un tío, como todos los demás, y me ha decepcionado como tantos otros.
No sé exactamente en qué me basaba entonces, si en un golpe de suerte, si en las palabras de la gente, en la seguridad o en lo que sentía por dentro. Pero sinceramente ya eso da igual. 
No sé como lo ha hecho pero ha retrocedido mi tiempo, ha conseguido volver a  hacerme sentir ese dolor punzante en el pecho, a humedecer mis ojos en los momentos menos adecuados, a quitar mi apetito, a ir cabizbaja por los pasillos y seguirle la corriente a la gente que confunde mi tristeza con cansancio.
Desde un principio pedí sinceridad, enterarme de las cosas a primera mano, para estar al corriente de todo y no ser una ingenua, esa pobre chica que nunca se entera de nada y vive en otro mundo a parte. Pero como veo que no cumple con su parte, yo no voy a cumplir con la mía. No pienso luchar contra mis fuerzas para mantener todo igual, salir dolida mientras coloco una sonrisa en mi cara. Ya no pienso pensar en lo que tú quieres, esta vez voy a pensar en mi.
No quiero ver lo que me hace daño, no quiero ver lo estúpida que estaría ahí delante junto a ti. Y como no quiero, no lo pienso hacer. Pero aún sabiendo que esto hasta te alegrará y te facilitará las cosas, sinceramente, prefiero hacerlo.
Por que odio que haya conseguido que vuelva al pasado, a la tortura del día a día.
Odio que no importe mi presencia.
Odio que haya hecho lo que un día dijo que nunca haría.
Odio que me matara con falsas ilusiones y que bailara sobre mi tumba.
Pero odio, sobre todo, que aún sabiendo por lo que había pasado, hubiera seguido en silencio.

Pequeña, desengáñate, el amor no existe; deja de darle más oportunidades, no se las merece.



Duele.


10 de octubre:
Odio esta sensación. Odio pensar mil y una cosas, y cuando me preguntan qué me pasa, responder con un “nada”. Sé que no me pasa nada, pero soy incapaz de expresar todo lo que tengo dentro. Tengo una mezcla de dolor, alegría, miedo y dudas que me alteran los días.
Me duele cada vez que pienso en lo que va a pasar, me duele pensar en él, me duele pensar en mí, me duele tenerlo cerca, pero más aún tenerlo lejos. Me duele saber que todo lo que me hace pensar en él, a él le hace pensar en ella. Me duele verlo mal. Me duele que me coja por la cintura y no poder darme la vuelta para besarle.
Pero me alegro de ello, de que siga estando a dos centímetros de mí, de que siga mirándome así, de que me haga reír, de que me apoye en los malos momentos, de que cuente conmigo, de sentir sus dedos sobre mi piel, de que todo siga prácticamente igual, porque cuando esta junto a mí, estoy bien.
Aunque no puedo evitar tener miedo. Miedo de que por ella todo cambie, miedo de no volver a verle sonreír, miedo de tener que ver algo que realmente me duela, miedo de no saber qué pasará conmigo, miedo de hacerme más daño, miedo de no volverle a ver.
Y las dudas me invaden, porque es difícil levantarte cada día sin ganas de sonreír, pero tampoco de llorar y no saber ni mi estado de ánimo. Dudas que puede que tengan solución pero no te atreves a preguntar. Pero la gran duda es qué pasará conmigo.
Porque ya no quiero a nadie; bueno, no es que no quiera, sino que me he dado cuenta de que no hay nadie para mi.

domingo, 7 de octubre de 2012

Tú tan solo coge mi mano.


Mil veces me preguntaré por qué resulta tan difícil convencer a una persona de que todo va a salir bien, de que no hay que preocuparse. Estiro mi brazo y te ofrezco la mano, pero tu no la aceptas, solo miras al suelo, escondes la cabeza.
Vives entre el pasado y el futuro sin tener en cuenta el presente, que es lo que de verdad importa. Quiero hacerte entrar en razón, darte los miles de motivos con los que podría hacerte feliz, pero cuando estas frente a mí, no encuentro sentido a lo que digo.
En mis largas noches, recuerdo la de veces que a mí también me dieron la mano y las rechacé.  Por eso me duele saber que vas por el mismo camino, que será imposible convencerte. 
Sé que las cosas se aprenden a través de experiencias y que o se viven o no aprendes la lección. Las palabras de un experto no sirven, solo sirve la caída. Por mucho que hable no voy a poder transmitirte nada. Solo puedo esperar a que te levantes.
Y por todo lo que he pasado sabrás que tengo paciencia, se esperar. Y me voy a quedar aquí, a tu lado, estirando el brazo y ofreciéndote la mano hasta que tú quieras cogerla. Te ofreceré mi ayuda a diario, por muchas veces que la niegues. Hasta que un día, decidas poner el pie en el lugar correcto y levantarte. Y entonces, podremos empezar a disfrutar.

Pequeña.

Pequeña, la vida para ti ha sido como el camino de una montaña rusa, con sus subidas y sus bajadas. Aunque no quieras demostrarlo, sientes las cosas muy adentro, todo toca tu gran corazón. Y eso te ha hecho crecer como persona. Simplemente por eso, vales mucho.

Todo empezó con una duda, algo que empezaba a ser extraño dentro de lo que cabía en una vida "normal" para ti. Te lo guardaste dentro, muy dentro y con el tiempo esa duda fue creándote una extraña sensación. No hay nada peor en esta vida que vivir eternamente con la duda, y tú, aguantaste muchos meses, hasta que un día decidiste soltarlo, liberarte de ella. Por suerte, recibiste la respuesta correcta, y esa persona te ayudó a aclararte las ideas. Pero no fue tan fácil, ya que en esta vida siempre hay algo que nos quita la felicidad. Cuando mejor creías que ibas por el camino de tu vida, caíste en un profundo túnel. Todo estaba oscuro, nadie te podía ayudar y únicamente veías a esa persona que te había quitado lo que más querías. El dolor era inmenso, las ganas de llorar eran inevitables, y tú te sentías tan tan pequeña...
Llegaste a sentir mucho en unos pocos meses, dabas todo de ti y no te importaba mantener todo en secreto para poder amar, porque ese amor era solo vuestro. Las canciones, conversaciones, miradas, besos y recuerdos pasaban por tu mente a diario, ya que tenías que convivir con esa persona más de 6 horas diarias. Era duro, demasiado. Pero aún así no perdiste la esperanza, y semanas después, aquello que tanto querías vino de vuelta a buscarte. Le perdonaste todo, porque sí, le amabas por encima de todas las cosas,por encima de todo lo que había hecho.
El tiempo fue pasando, y aún creyendo que no podías enamorarte más, lo hiciste. Los días giraban entorno a vosotras, compartíais algo  muy fuerte, y juntas, decidisteis dar un paso más.
Largas noches, preciosos amaneceres, desayunos, comidas, tardes, cenas. Todo era para ti tan perfecto que se te olvidó que el final tenía que llegar tarde o temprano. Y ese final llegó. Aunque de una manera relajada, viéndose poco a poco. Tal vez por eso el impacto no fue tan grande. Pero eso no quitó el dolor.

Pequeña, una ve te dije que las heridas a medida que van pasando el tiempo se van curando, y finalmente cicatrizando. Tú negaste con la cabeza, "eso a mí no me va a pasar, será incurable". Ya no sé el dolor que te produce tocar la cicatriz que tiene tu corazón. Solo sé que como yo, al recordar todo lo vivido, queramos recuperar esos momentos en los que todo iba bien. Pero pequeña, el pasado, pasado es.

martes, 2 de octubre de 2012

Superado y olvidado.


Llegó la calma.
Días y días estando mal, hundiéndome dentro de mí misma, han llegado a su fin.
Sé que ha sido un persona importante en mi vida, que me ha hecho crecer y aprender cosas nuevas y por eso no veo correcto utilizar la palabra "olvidado", porque va a seguir ahí, formando parte de mí. Lo que si puedo confirmar, es que medio año después, está superado. ¿Cómo lo sé? Sonrío cada vez que recuerdo los momentos felices, siento paz al ver fotos y volar a ese pasado que un día me llenó tanto , puedo leer conversaciones, ver vídeos y escuchar canciones sin sentir nada de dolor y tengo muchas ganas de contar todo lo pasado, para que sirva a otros de ayuda.
Lo realmente gracioso, es que hace ya unas semanas que he conseguido todo esto, pero en cierto modo no he querido reconocerlo. Y es que ahora hay otra cosa que provoca mis bajones, otra cosa que he querido ocultar con su nombre. No se si por costumbre, o tal vez por miedo. Pero yo sé perfectamente que no es por mi pasado.
Puede que tal vez tenga miedo de mi futuro o de que lo pasado se vuelva a hacer real, que ocurra todo lo que pienso y por lo que no quiero pasar. Miedo del presente y de a dónde me vaya a llevar. De las decisiones que tome, del tiempo que me dé, de si volver a querer amar...
Tal vez no quiera darme cuenta de que mi problema no es el pasado, sino el presente. Y que puedo volver a tener algún que otro momento nostálgico o alguna que otra fecha que incomode, pero estaré aún peor por otros motivos.
Pero he aprendido la lección. He examinado mis fallos y sé como no estropear las cosas tontamente. Cosa de la que estoy muy agradecida.
Ahora creo que lo que necesito es volver a sentirme amada, importante en la vida de alguien. A mi me sobran las ganas, solo me falta esa persona. Porque con un simple detalle, una sonrisa y la persona adecuada, las cosas que crees complicadas se solucionan.
Ya solo me queda prestar atención a mi al rededor, no tener prisas y tener en cuenta que quedará en el recuerdo un pasado, al fin, superado y olvidado.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

ESE PRIMER AMOR


Amor. Una sola palabra que abarca tantas cosas...
Y es que para mí el amor es una palabra muy grande, tan grande que merece ser escrita con mayúsculas.
Puedes vivir a lo largo de tu vida distintos tipos de amores. Unos alocados, otros apasionados, sinceros, duros... Pero sin duda uno de los que más te marcarán será tu PRIMER AMOR.
Porque las primeras cosas son las que nunca se olvidan; esa experiencia que descubres junto a otra persona. A veces un primer amor puede ser tan tierno... Algo que te saque de tu vida y te cambie tanto por fuera como por dentro, algo que te marca para siempre.
Porque nos volvemos ciegos y ponemos nuestra mano en el fuego y nuestra confianza. Creemos que somos tan listos que encontramos el "para siempre" en la primera persona por la que realmente sentimos algo. Planeamos nuestra vida al rededor de ese vinculo que cada vez sentimos más cercano. Los del al rededor nos miran y nos dicen con una sonrisa en la cara "estas enamorado" y tú sigues sin entender qué haces para que se note tanto ese sentimiento, pero te da igual, pues te gusta demostrarlo y gritarlo a los cuatro vientos.
Pero como todo lo bueno, llega un día en el que se acaba; pues es nuestro primer amor, pero no el único.
Pasas las etapas que piensas que van a ser las peores de tu vida. Dejas de pensar que ese "para siempre" existe y que no hay ninguna otra persona para ti. Todo duele, pero en esta vida hay cosas peores, y una vez pasado el disgusto, razonas y te das cuenta de que a tu al rededor hay gente que sí tienes motivos para sentirse mal y reconoces que todo ha estado bien, que has aprendido grandes cosas junto a esa persona y que puedes seguir buscando a más personas con las que compartir tu vida, disfrutando, aprendiendo.
Para mi sin duda, lo más bonito de un primer amor son los recuerdos. Todos lo momentos que pasaste, las cosas que solo vosotros entendíais, las nuevas experiencias, los cambios que provocó en tu vida, cómo te hizo cambiar y hacer cosas nuevas que sin esa persona no habrías conseguido. Me gusta recordar todo eso con una sonrisa en la cara, sintiéndome bien y agradecida de haber pasado por ello, de haberlo disfrutado, de haber compartido algo tan especial.

Ya que llegarán otros amores, muchos, que quizás sean más largos, más auténticos,pero nunca serán como el primero; nunca podrás dar todo de ti a una persona de una forma tan inocente, ya que has aprendido la lección de proteger tu corazón. Pero bueno, todas estos pensamientos también pueden ser cambiados por otra persona que llegue a tu vida y te vuelva a cambiar, aportándote cosas nuevas, nuevos momentos únicos. Lo que siempre tienes que tener presente es que hay que confiar en el amor, por mucho que duela, por mucho que cueste.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Un camino entre la felicidad y la tristeza.


Una mirada, una palabra, una sonrisa.
Todo cambia cuando caminas entre la felicidad y la tristeza; cuando por un momento, pierdes tus fuerzas y caes. 
Todo es distinto cuando sola, decides hacerte daño. Parece inútil, aunque la mayoría lo hacemos.
Y es que tengo miedo. Miedo de despertar de este sueño que poco a poco voy creyendo que es real. Miedo de los recuerdos, tanto suyos como míos, de las jugarretas que nos puedan hacer y lo mal que nos pueden hacer sentir a veces.
Porque es mi apoyo, la única persona que hace que me de exactamente igual el pasado, que deje de existir esa maldita sensación de abandono, de dolor, de soledad. 
Con él, entro en otra vida, donde solo se conoce la felicidad, la tranquilidad y la paz. Allí no existen preocupaciones, miedos ni desconfianza. Allí no existe un pasado ni un futuro. Solo lo que más importa: EL PRESENTE.
Y cuando se aleja, todo vuelve poco a poco a la normalidad, a esos pensamientos y recuerdos. Solo se salvan los momentos en los que la sonrisa tonta aparece al recordar una caricia, un piropo, un momento; junto con las veces que estoy con esas personas que bien me conocen y saben sacarme una sonrisa. 

Y cruzo día a día ese camino entre la felicidad y la tristeza, queriendo saltar a un lado y quedarme ahí para siempre, mientras el querido pasado me arrastra al lado contrario.



viernes, 7 de septiembre de 2012

No sabía que algo tan perfecto llegaría.



Después de sufrir, de no entender por qué no había nadie para mi, llega lo inesperado.
Es como un rayo de sol en un frío y oscuro invierno. Algo que te hace revivir, tener esperanzas de que aquello que dabas por irreal, pueda volver a tener sentido. Y es que a veces lo que menos esperas, te sucede. Justo cuando menos lo buscas.
Y todo lo que no esperaba lo he encontrado en él. Alguien que de verdad merece la pena, que encaja a la perfección conmigo, que sé que me tratará con verdadera delicadeza. Todo lo que necesito desde hace ya un tiempo. Y por eso, no pienso hacer ni una sola pregunta de "qué hubiera pasado si..." porque no las necesito, ahora lo tengo a él y pienso hacer todo lo que sea necesario, para conseguir tenerlo por siempre.



martes, 21 de agosto de 2012

Hace exactamente un año...




Nunca pude imaginar, hace exactamente un año, que todo lo que he vivido en este tiempo, hubiera podido pasarme. Y es que, la vida es así, lo que más deseas, nunca sucede; mientras que en lo que apenas piensas, invade cada uno de tus días.

Ojalá pudiera escribir una frase que resumiera todo lo pasado, que le recordara todos los sentimientos que sentimos, cada momento que vivimos juntos, y las estupideces que cometimos. Pero hoy, un año después, soy incapaz de encontrar esa puta frase.

Hace tiempo, me hice una promesa. Le esperaría. Esperaría a que este verano volviese a venir, como me prometió, y si no lo hacía, perdería todas las esperanzas en volver a verle. Pasaría a ser la nada. Como recuerdo: una persona virtual, ocho meses desperdiciados sin ni siquiera poder tocar a eso que creía real.
Y sé que ahora, encerrada en esta habitación de un pueblo perdido celebrando sus fiestas, con todas las canciones que escuchaba cuando empecé a conocerle y que inmediatamente me llevan hacia él, soltaré las últimas lágrimas por su ausencia, por sus promesas incumplidas, y su falta de sinceridad.

Ya nunca más imaginaré ese encuentro repentino que podríamos tener, esas miradas que ambos merecemos desde hace tiempo, la reacción que tendríamos…

Todo quedará, como el incómodo y doloroso recuerdo de aquel mentiroso amor a distancia.

lunes, 20 de agosto de 2012

Palabras sin sentido




-“Yo estoy enamorado y no lo puedo evitar de una chica que está a 600km de mi”-dijo un gilipollas a mi mejor amiga.

Si algo sé del amor, es que por mucho que lo intentes, te deja una huella marcada, algo imborrable, y si él estaba tan seguro de que sentía eso, sé que aún sigo ahí, dentro de él, y si no ha luchado para que no se pierda todo lo que teníamos, tengo el derecho a usar todos los insultos posibles con él.

Ya no sé si sigue mi blog, si de vez en cuando le interesa saber algo de mí, si en su más profundo interior quedan recuerdos de lo ocurrido. No sé absolutamente nada, pero solo digo una cosa, una noche del 15 de agosto del año pasado, a eso de las 2 de la mañana, me dijo que haría todo lo posible por verme; y más adelante,  a principios del mes de enero de este año, que me quería y siempre lo haría, pasara lo que pasase, no dejaría que lo nuestro se perdiera si aún seguía sintiendo algo. Si todo eso era real, solo puedo decir: GILIPOLLAS, porque sé perfectamente que no ha venido por miedo, y eso le hace un auténtico gilipollas.

Pero que se quede tranquilo, que sufra como nunca ha sufrido, que le duela escuchar cada canción, cada frase que le traiga un recuerdo, y que para toda su vida, sienta un gran vacío, por no lo luchar por lo que quería.

domingo, 5 de agosto de 2012

Silencio.


De pequeña me contaron miles de historias con finales felices. Preciosas princesas que consiguen amor en dos segundos que les durará para toda la vida. Y cuesta creer, cómo esta vez, la princesa esta cansada de historias. Solo pide silencio. Silencio a todas las voces ajenas, silencio a las críticas, a los comentarios, a las palabras que ha escuchado una y otra vez. Ella sabe lo que hace, lo sabe aunque no lo controle, pero claro, con eso nadie la puede ayudar. 
Y a veces se siente sola, una princesa perdida, pero sabe, que si alguien se acerca solo conseguirán molestarla, pero también es una molestia tener a su alrededor personas que no se preocupen, que hagan la vista gorda. Y ya solo queda el silencio.

Princesa, a veces las cosas son tan difíciles..., a veces no puedes manejar el mundo tú solita, ni si quiera puedes manejar tu vida y tus sentimientos, pero no puedes dejarte vencer y caer a la primera, todo el mundo tiene problemas, y todo el mundo se levanta de las caídas.
Así que pequeña princesa herida, ten siempre en cuenta que todo tiene un final, tanto la etapa dolorosa como la etapa feliz, todo acaba un día, tarde o temprano. Y no se sabe si será un final feliz o triste, todo depende del momento de nuestra vida que analicemos. 
Pero el dolor, se va suavizando con el tiempo, hasta que un día, cuando menos te des cuenta, desaparezca.

lunes, 16 de julio de 2012

Caer de nuevo.



Todo esto se parece a cuando decides dejar de fumar. Sabes que es malo para ti y aún sin tenerlo muy claro, lo dejas. Lo dejas sabiendo que será imposible olvidar esa sensación del humo invadiéndote, mientras te relajas y hace que te sientas mejor. Lo dejas sabiendo que volverás a caer. Tal vez un par de días, o tal vez durante un largo periodo. Y una vez que hayas vuelto a caer, ya no sabes si volverás a tener fuerzas para dejarlo de nuevo.

Y yo ahora he caído de nuevo, he probado ese cigarro que lleva dentro las ganas de estar contigo, de tenerte, de que seamos un nosotros. Y eso me deja dolida, muerta. Y aún así, yo sigo fumando todos y cada uno de los cigarros que contiene el paquete tentador. Cigarros llenos de canciones, de conversaciones, de "te quieros", de promesas. Sé que es malo para mí, pero lo hago. Me hago daño aún queriendo no pasar por esta sensación otra vez. Realmente no sé que quiero conseguir. Cada día voy comprando cajas y más cajas de ese horrible tabaco, que, siendo tonta, pensé que solo compraría un día, y ahora veo que esto está durando demasiado.

Y solo me queda preguntarme de nuevo todas esas preguntas que me hacía antes de dejar el horrible vicio, antes de conseguir olvidarme de él.
Sé que tú también has vuelto a comprar las cajas de nuestro tabaco de los recuerdos. Lo sé, porque te conozco demasiado y puedo detectar cuándo estás mal.

Y puede que no nos volvamos a cruzar jamás, que nos invada nuestro orgullo de haber dicho que se acabó fumar, aunque lo necesitemos más que respirar, y que seamos unos cobardes, disfrutando de cada calada de esos momentos el pasado, aún pudiendo crear unos nuevos.

Porque lo que más hace que seamos unos penosos, es que jamás podremos poner a prueba, mirándonos fijamente a los ojos, si todo lo que hemos llegado a sentir durante tantos meses, ha sido real.

Y mientras tanto, intento dejar este horrible vicio que me lleva a ti, para poder volver a mi vida normal.

martes, 10 de julio de 2012

martes, 26 de junio de 2012

Y quizás sea él.


Mírale, te está deseando, tiene ganas de ti. 

Él podría regalarte el mundo entero y sabes que podrías  confiar en él mas que en nadie. Aún así hay algo que te hace dudar. Quizás sea que tú nunca llegues a estar a su altura, que nunca llegues a sentir lo mismo o a entregarte tanto, o quizás sea que no te atreves a dar el paso por el qué dirán, lo que dejes atrás o porque ni si quiera estás segura de ti y de tus sentimientos.
Todo se mezcla y te crea una extraña sensación, esa que no sabe si debes acercarte y regalarle una de tus mejores sonrisas o  pasar y lanzar una mirada distante. Todo al fin y al cabo, difícil. Porque ya como si con eso no tuvieras suficiente, encima tu misma te montas tus propios lios aferrándote al pasado, echándolo de menos; queriendo descubrir cosas nuevas con personas muy distintas o incluso haciendo cosas que no llevan a nada mientras a la vez estropeas eso en lo que dudas. 
Porque es muy difícil llevarlo todo a la vez, mientras tanto te decides. Al fin y al cabo te das cuenta de que vas a tener que decepcionar a alguien o acabarás decepcionandote a ti misma, pero míralo: tan encantador, con esa mirada de estar coladito por ti, de querer estar a tu lado, protegiendote ante todo, y tú le sigues dejando distante, sin saber muy bien que hacer, y mientras te destrozas por dentro.

Abre los ojos, fíjate en lo que estás haciendo. ¿A dónde vas? 
Me acerco poco a poco. 
¿Te das cuenta de lo que haces? Ya está ahí, lo tienes, justo delante, todo tuyo ¿Y ahora qué? 
Las cosas no tienen sentido.
¿Y aquello por lo que luchabas? 
Ya no me acuerdo de eso, de lo que se sentía 
¿Por qué has dejado de luchar y has terminado así? 
No tenía otra opción. 
No digas tonterías, sabes que podrías haber salido por otro camino. No.... Para...
Ya está, otro más.
¿Y en que te mejora eso? ¿Acaso te sientes mejor?
Realmente, no, pero no tengo otra opción.
Sabes que sí, que todo puede volver a tener sentido, puedes volver a sentir, solo tienes que confiar, y esperar, sobre todo esperar.
No sé si seré capaz.
Simplemente confía en ti, y no te dejes de esa manera.
Creo que ya no hay vuelta atrás. Esto siempre me perseguirá.

NOVEDADES!


Empezó el verano, lo que significa que se acabó el colegio, estudiar, levantarse temprano etc. Llevo mucho sin dar noticias ya que como me tocó dejar de hacer tonterías por un tío, decidí centrarme en los estudios y ponerme en serio con las cosas, y eso he hecho, ahora que se ha acabado todo pienso aprovechar mis vacaciones al máximo.
Como siempre hago, he planeado en mi cabeza las cosas que quiero hacer este verano y las que sé que no debería hacer. Por lo pronto pienso centrarme, y buscar eso en lo que hace tiempo dejé de creer, cuando estaba prácticamente hecha una mierda. Pero bueno ya ha pasado el tiempo suficiente como para empezar de cero, y luchar por lo que quiero y lo mejor esque tengo a mis amigas que se que van a  estar ahí siempre para ayudarme en los bajones.
De novedades añado que intentaré seguir escribiendo esa novela que empecé, ya que con los estudios he tenido que dar un parón y que a finales de verano, si está terminada y a las personas que se lo enseñe les gusta, puede que haga otro blog en el que la publique capítulo a capítulo.
Bueno no mucho más que decir, ya si queréis saber más solo tenéis que seguir leyendo entradas. Un beso!

domingo, 27 de mayo de 2012

Regreso con fuerza, chico ;)


Y ahora todo es distinto, vuelvo a ser la misma de siempre y regreso con ganas de marcha. 

Me sorprendo de que en el mes que ya ha pasado desde que me he recuperado no he tenido ni un solo bajon, no lo he pasado mal ni un solo día, cuando esto antes era algo imposible, todos los meses me pasaba algo por su culpa. 
He reido, he ligado, he saltado, he hecho locuras, me he pillado por chicos que al poco he pasado de ellos sin problemas etc.
Vivo día a día, intentando conseguir todo lo que quiero, entrando a saco a los chicos,luchando por lo que quiero e intentado ayudar a todos los que tengo a mi alrededor. Porque antes vivía aislada, en un mundo que no era el mio y no hacía casoa los que estaban a mi alrededor, pero ellos son lo más importante y se merecen que les de lo mejor de mí.
Vuelvo con el corazón fuerte, cicatrizado de una gran herida de la que ya no queda ni el más mínimo rastro y que gracias a varias personas late con fuerza. Preparada para vivir todas esas emociones fuertes que he perdido en estos meses y FELIZ, porque ahora lo puedo gritar, la felicidad está dentro de mí.

Una mirada atrás.


Alguien ha hecho que eche un vistazo atrás en mi blog. Leyendo todas las entradas y recordando momentos, me he dado cuenta de muchas cosas.
Empecé el blog por un motivo, quería centrarlo en una cosa,hablar de ello y de como me sentía y su título tenía mucho sentido. Solía escribir cuando estaba mal, y pocas veces cuando estaba demasiado bien.Porque realmente, en aquella época, nunca estaba del todo bien, lo he pasado realmente mal, y he jugado conmigo misma de una forma estúpida. Pensaba que él me hacía feliz, pero era todo lo contrario; él hacía que estuviera mal y por su culpa no he podido sacar ni un poco de mí y de mi felicidad en todos estos meses.

Y de esto me doy cuenta ahora, creo que un poco tarde, echando una mirada atrás; pero lo que más me gusta de darme cuenta ahora, es que significa que esos meses en los que he estado mal (diciembre-marzo) ya han pasado y que ahora estoy feliz, alegre y con ganas de comerme el mundo.

Porque si lo pienso bien, ya no me importa su vida, lo odio y no quiero verle, si por casualidad lo tuviera que ver algún día, haría como si no lo conociese o apenas hablaría con él, porque como todo este tiempo no ha signifado nada para mí, para él seguro que yo tampoco. Así que sorprendiendome de mi misma, porque esto es real, sigo con mi vida como si no hubiera pasado nada, aprovechando cada momento ;)

miércoles, 16 de mayo de 2012

Un objeto, miles de recuerdos



A veces es en un momento, un recuerdo y todo cuanto he hecho parece equivocado; y me basta simplemente con encontrar en el último rincón del armario una vieja camiseta, esa que muchos me dedicaron para que no me olvidara de ellos, esa que me lleva a un lugar y una fecha concreta, esa que me trae tantos recuerdos….
Y no es solo eso, además suena también ESA canción, y ya desconecto de todo lo que hay a mi alrededor y viajo al pasado. Por unos segundos estoy allí, con todas esas personas y en ese magnífico momento, pero sin duda lo peor está en el momento de regresar al momento real y darte cuenta que ya todo eso se acabó, que puede que no vuelvas a sentir esas sensaciones ni ver a todas esas personas, pero bueno, eso no significa que puedas sentir otras sensaciones parecidas, o incluso mejores y que conozcas a mogollón de gente nueva y espectacular que te hagan crecer como persona.

Tu eliges



Contemplo todo a mi alrededor, a veces me siento pequeña, el mundo se me hace grande, siento que todo lo que hago es insignificante, y que no sirvo para nada, pero, otras veces, veo que el mundo es más pequeño de lo que yo pienso, que basta con sentirte bien contigo misma para hacerte grande y verte capaz de enfrentarte a todo, porque realmente, todo está en tu mente, y tú decides como ver el mundo y cómo actuar.

Tu puro reflejo



No me preguntes cómo pero sí, he encontrado a tu doble, pero cuidado, es tu doble, no tu sustituto. Créeme, me he dado cuenta de que es igual a ti, tanto en el físico como en la actitud, hasta tenéis el mismo nombre, pero no soy tan estúpida como para caer en lo mismo y encima hacerte ver que necesito a otro igual que tú para vivir, porque no es así.
No te necesito, no quiero hablar contigo, ya ni me apetece verte, simplemente me has dejado de importar y no sé por qué, pero ahora hasta te odio. Puede que me haya dado cuenta de que eres demasiado estúpido para dejarme escapar, o que quizás no eras todo lo que imaginaba, pero ya ha pasado, has salido de mi vida como el cambio de temperatura, bruscamente, sin dejar rastro de lo pasado, aquel frio momento.