martes, 21 de agosto de 2012

Hace exactamente un año...




Nunca pude imaginar, hace exactamente un año, que todo lo que he vivido en este tiempo, hubiera podido pasarme. Y es que, la vida es así, lo que más deseas, nunca sucede; mientras que en lo que apenas piensas, invade cada uno de tus días.

Ojalá pudiera escribir una frase que resumiera todo lo pasado, que le recordara todos los sentimientos que sentimos, cada momento que vivimos juntos, y las estupideces que cometimos. Pero hoy, un año después, soy incapaz de encontrar esa puta frase.

Hace tiempo, me hice una promesa. Le esperaría. Esperaría a que este verano volviese a venir, como me prometió, y si no lo hacía, perdería todas las esperanzas en volver a verle. Pasaría a ser la nada. Como recuerdo: una persona virtual, ocho meses desperdiciados sin ni siquiera poder tocar a eso que creía real.
Y sé que ahora, encerrada en esta habitación de un pueblo perdido celebrando sus fiestas, con todas las canciones que escuchaba cuando empecé a conocerle y que inmediatamente me llevan hacia él, soltaré las últimas lágrimas por su ausencia, por sus promesas incumplidas, y su falta de sinceridad.

Ya nunca más imaginaré ese encuentro repentino que podríamos tener, esas miradas que ambos merecemos desde hace tiempo, la reacción que tendríamos…

Todo quedará, como el incómodo y doloroso recuerdo de aquel mentiroso amor a distancia.

lunes, 20 de agosto de 2012

Palabras sin sentido




-“Yo estoy enamorado y no lo puedo evitar de una chica que está a 600km de mi”-dijo un gilipollas a mi mejor amiga.

Si algo sé del amor, es que por mucho que lo intentes, te deja una huella marcada, algo imborrable, y si él estaba tan seguro de que sentía eso, sé que aún sigo ahí, dentro de él, y si no ha luchado para que no se pierda todo lo que teníamos, tengo el derecho a usar todos los insultos posibles con él.

Ya no sé si sigue mi blog, si de vez en cuando le interesa saber algo de mí, si en su más profundo interior quedan recuerdos de lo ocurrido. No sé absolutamente nada, pero solo digo una cosa, una noche del 15 de agosto del año pasado, a eso de las 2 de la mañana, me dijo que haría todo lo posible por verme; y más adelante,  a principios del mes de enero de este año, que me quería y siempre lo haría, pasara lo que pasase, no dejaría que lo nuestro se perdiera si aún seguía sintiendo algo. Si todo eso era real, solo puedo decir: GILIPOLLAS, porque sé perfectamente que no ha venido por miedo, y eso le hace un auténtico gilipollas.

Pero que se quede tranquilo, que sufra como nunca ha sufrido, que le duela escuchar cada canción, cada frase que le traiga un recuerdo, y que para toda su vida, sienta un gran vacío, por no lo luchar por lo que quería.

domingo, 5 de agosto de 2012

Silencio.


De pequeña me contaron miles de historias con finales felices. Preciosas princesas que consiguen amor en dos segundos que les durará para toda la vida. Y cuesta creer, cómo esta vez, la princesa esta cansada de historias. Solo pide silencio. Silencio a todas las voces ajenas, silencio a las críticas, a los comentarios, a las palabras que ha escuchado una y otra vez. Ella sabe lo que hace, lo sabe aunque no lo controle, pero claro, con eso nadie la puede ayudar. 
Y a veces se siente sola, una princesa perdida, pero sabe, que si alguien se acerca solo conseguirán molestarla, pero también es una molestia tener a su alrededor personas que no se preocupen, que hagan la vista gorda. Y ya solo queda el silencio.

Princesa, a veces las cosas son tan difíciles..., a veces no puedes manejar el mundo tú solita, ni si quiera puedes manejar tu vida y tus sentimientos, pero no puedes dejarte vencer y caer a la primera, todo el mundo tiene problemas, y todo el mundo se levanta de las caídas.
Así que pequeña princesa herida, ten siempre en cuenta que todo tiene un final, tanto la etapa dolorosa como la etapa feliz, todo acaba un día, tarde o temprano. Y no se sabe si será un final feliz o triste, todo depende del momento de nuestra vida que analicemos. 
Pero el dolor, se va suavizando con el tiempo, hasta que un día, cuando menos te des cuenta, desaparezca.