domingo, 5 de agosto de 2012

Silencio.


De pequeña me contaron miles de historias con finales felices. Preciosas princesas que consiguen amor en dos segundos que les durará para toda la vida. Y cuesta creer, cómo esta vez, la princesa esta cansada de historias. Solo pide silencio. Silencio a todas las voces ajenas, silencio a las críticas, a los comentarios, a las palabras que ha escuchado una y otra vez. Ella sabe lo que hace, lo sabe aunque no lo controle, pero claro, con eso nadie la puede ayudar. 
Y a veces se siente sola, una princesa perdida, pero sabe, que si alguien se acerca solo conseguirán molestarla, pero también es una molestia tener a su alrededor personas que no se preocupen, que hagan la vista gorda. Y ya solo queda el silencio.

Princesa, a veces las cosas son tan difíciles..., a veces no puedes manejar el mundo tú solita, ni si quiera puedes manejar tu vida y tus sentimientos, pero no puedes dejarte vencer y caer a la primera, todo el mundo tiene problemas, y todo el mundo se levanta de las caídas.
Así que pequeña princesa herida, ten siempre en cuenta que todo tiene un final, tanto la etapa dolorosa como la etapa feliz, todo acaba un día, tarde o temprano. Y no se sabe si será un final feliz o triste, todo depende del momento de nuestra vida que analicemos. 
Pero el dolor, se va suavizando con el tiempo, hasta que un día, cuando menos te des cuenta, desaparezca.

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