-“Yo estoy
enamorado y no lo puedo evitar de una chica que está a 600km de mi”-dijo un
gilipollas a mi mejor amiga.
Si algo sé
del amor, es que por mucho que lo intentes, te deja una huella marcada, algo
imborrable, y si él estaba tan seguro de que sentía eso, sé que aún sigo ahí,
dentro de él, y si no ha luchado para que no se pierda todo lo que teníamos, tengo
el derecho a usar todos los insultos posibles con él.
Ya no sé
si sigue mi blog, si de vez en cuando le interesa saber algo de mí, si en su más
profundo interior quedan recuerdos de lo ocurrido. No sé absolutamente nada,
pero solo digo una cosa, una noche del 15 de agosto del año pasado, a eso de
las 2 de la mañana, me dijo que haría todo lo posible por verme; y más
adelante, a principios del mes de enero
de este año, que me quería y siempre lo haría, pasara lo que pasase, no dejaría
que lo nuestro se perdiera si aún seguía sintiendo algo. Si todo eso era real, solo
puedo decir: GILIPOLLAS, porque sé perfectamente que no ha venido por miedo, y
eso le hace un auténtico gilipollas.
Pero que
se quede tranquilo, que sufra como nunca ha sufrido, que le duela escuchar cada
canción, cada frase que le traiga un recuerdo, y que para toda su vida, sienta
un gran vacío, por no lo luchar por lo que quería.
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