No me preguntes cómo pero sí, he
encontrado a tu doble, pero cuidado, es tu doble, no tu sustituto. Créeme, me
he dado cuenta de que es igual a ti, tanto en el físico como en la actitud,
hasta tenéis el mismo nombre, pero no soy tan estúpida como para caer en lo
mismo y encima hacerte ver que necesito a otro igual que tú para vivir, porque
no es así.
No te necesito, no quiero hablar
contigo, ya ni me apetece verte, simplemente me has dejado de importar y no sé
por qué, pero ahora hasta te odio. Puede que me haya dado cuenta de que eres
demasiado estúpido para dejarme escapar, o que quizás no eras todo lo que
imaginaba, pero ya ha pasado, has salido de mi vida como el cambio de
temperatura, bruscamente, sin dejar rastro de lo pasado, aquel frio momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario