lunes, 25 de enero de 2016

Lo que dejaron en mí aquellos falsos "para siempre".

Demasiadas decepciones me enseñaron a no mirar más allá de lo que tenía delante; a no imaginar futuros perfectos, parejas felices cogidas de la mano recordando cómo en su juventud se dieron ese esperado primer beso. 
Siempre me han gustado las historias de amor, soñar un "para siempre" un domingo por la tarde tirados en la cama, investigar si prefieres chico o chica, una boda íntima o a lo grande y cruzar todas las fronteras de la confianza. 
Mis futuros en un tiempo atrás han tenido cara y nombre; pero desde hace tiempo son sombras, fruto de arañazos en mi corazón que lo dejaron sin visión de futuro. Me he vuelto (anti)romántica, mostrando mi mueca de mayor desagrado al escuchar cursiladas que ya no consigo creerme. Decir "te quiero" ya no es tan fácil e insinuar lo cerca que está llegando alguien a mi alma es algo que debe quedar todo el tiempo posible guardado en mi interior. Sé que esto puede alejar de mi a muchas personas; pero creo que ellos no pueden ni imaginarse todo lo que llevo dentro, lo que me protejo tras aprender a base de caídas y golpes lo que es abrir tu corazón y tu vida a personas que no saben valorarlo.
Me ven, alocada y sin frenos, en busca de lo que ellos creen algo pasajero y se alejan sin siquiera acercarse a conocer mi realidad.
Y un día llegaste tú, que a pesar de ir asustado, me escuchaste e intentaste entender qué pasaba; tú, que conseguiste que mi boca pronunciara aquellas palabras de nuevo; tú, que consigues que se me pare el tiempo cuando me miras fijamente, que haces que dude de todo; tú, que me miras y temes lo que se me puede estar pasando por la cabeza desconociendo qué quiero o qué siento, mientras dentro de mí resuena esa canción que dice... "me voy enamorando..." y que días atrás di como respuesta a preguntas comprometidas que a ti te dejaron aún más en duda. 
Dudas que hoy intento dejar resueltas porque creo que te debo esto, por todas esas veces que me preguntabas qué me pasaba y te respondía "nada malo" sin encontrar palabras que definieran lo que me estás haciendo, por cómo responde mi cuerpo ante la felicidad que me das y la paz que siento a tu lado, porque quizás no entiendas los pasos de gigante que estoy dando, porque sólo tengo ganas de contagiar a esta ciudad con nuestro (amor), y que aún sigue sin gustarme estas cursis palabras pero debes saber lo equivocado que estás si piensas que no me estás marcando. 
Te lo debo a ti, que me lees a escondidas, que expresas tus sentimientos con cuidadas palabras con el fin de que no me asuste, que estás ahí, que me animas, me haces sonreír,
A ti.
Te debo tanto...

No hay comentarios: